DÍA 8: ZERMATT Y MATTERHORN

Eran las 7 de la mañana y nos sonaba el despertador. No podíamos estas más emocionados. Unos de los días más esperados del viaje había llegado. Íbamos a ver el Matterhorn, la montaña más emblemática de Suiza.

Su imagen es famosa alrededor del mundo, seguro que os suena si os gusta el chocolate, ya que es la imagen publicitaria de TOBLERONE. Podemos llegar a verlo de cerca subiendo en trenes por las montañas, que salen desde el pueblecito montañés de Zermatt. El tren se llama Gornergran Bahn, y te sube a 3089 metros. Es recomendable un día entero para hacer la excursión y ver el pueblo.

En dicho pueblo, están prohibidos los vehículos a motor, por lo que la única forma de llegar a él es haciéndolo en tren desde Täsch. Su precio es de 16 CHF ida y vuelta, y ahí mismo podemos comprar el billete para el tren cremallera de Zermatt a Gornergrat, las estaciones están una enfrente de la otra, así que no hay pérdida. Éste billete ya no es tan económico, cuesta 142 CHF/persona ida y vuelta (unos 130 €), así que antes de subir, es mejor que consultéis el tiempo en la webcam https://www.gornergratbahn.ch/en/weather/

Una vez llegamos a Zermatt y cojamos el cremallera a Gornergrat, hay 5 paradas hasta llegar arriba (Findelbach, Riffelalp, Riffelberg, Rotenboden y Gornergrat). No bajéis hasta la última, Gornergrat, ya que podréis ver el Gornergletscher, el segundo glaciar más largo de los Alpes, además si hace un buen día, se pueden ver hasta 29 picos de 4000 metros de altitud.

Pero la imagen más fotografiada del Cervino, o Matterhorn se encuentra en la parada de Riffelberg. Se trata de la típica imagen del Matterhorn reflejada en el agua, en el lago Rifelsee. Para llegar al lago, solo hay que seguir las indicaciones que están por todos lados y se tarda unos 35 minutos hasta llegar a él. 

Para volver a Zermatt, solo hay que ir hasta Riffelberg y cambiar de tren, como hicimos en la ida.  De Zermatt cogeremos el tren que nos baje a Täsch, que suelen salir con bastante frecuencia.

Como dato curioso, en Zermatt hay un cementerio en honor a los montañeros que perdieron la vida en las montañas cercanas, es curioso de visitar.  

Otra opción mucho más económica es comprar solo el billete de ida hasta Gornergrat y después bajar andando las 5 paradas hasta Zermatt. Se tarda entre 3,5 y 5 horas, pero los paisajes seguro que merecen mucho la pena y os ahorraréis casi 130€, nosotros de haberlo sabido antes, hubiéramos cogido esta opción

Después de pasar más de medio dia alucinando con Matterhorn, decidimos que era hora de bajar a descubrir Zermatt, un pueblecito típico de los alpes al que le teníamos muchas ganas.

Nos recordó mucho a Chamonix o Cortina d’Ampezzo. Pueblo montañés, lleno de tiendas de marcas caras dónde vendían todo lo necesario para pasar el día en la montaña, da igual en la época que vayas. Lleno de restaurantes y puestos de comida y un ambiente brutal.

ZERMATT

Finalmente, y ya agotados de haber pasado el día entre montañas, decidimos que era hora de poner rumbo hacia el camping de nuevo, así que cogimos el tren y volvimos a la autocaravana.

El día había sido lo más, Javi puede asegurar que marcó un sueño más de su lista de cosas por hacer en la vida.

Os dejamos el enlace al video de youtube de ese día: