No products in the cart.
BALI. SEMINYAK
Después de pasar casi una semana por las Gili, todo el día en bañador y en la playa, pusimos rumbo a Seminyak. El viaje se hizo un poco largo, porque tienes que estar en el puerto una hora antes de la hora de salida, el barco nos salió con retraso de mas de una hora, dos horas de viaje y después una vez llegamos a Padang bai nos subimos a una furgoneta que nos llevó hasta la puerta del hotel, yendo hotel por hotel, fuimos los penúltimos… así que casi 2 horas más.
Pero llegamos a nuestro hotel… ¡y se nos pasó el cansancio! ¡menudo acierto con éste!
El hotel fue el Destiny boutique Hotel, nos costó 157€ 4 noches con desayuno incluido. En la misma calle tirando hacia abajo, hay un bar muy australiano el Wacko Burguer cafe donde preparan los mejores hot dogs del mundo mundial, lo descubrimos tarde y fuimos las 2 últimas noches, pero Javi sigue diciendo que en su vida se ha comido un hot dog como ese.
En Seminyak provamos el surf por primera vez, alquilamos una tabla por nuestra cuenta y ahí estuvimos toda la tarde entretenidos.




Queríamos visitar Tanah Lot, y pactamos el precio con un taxista para que nos llevara, nos esperase y nos trajera. La entrada a Tanah Lot nos costó 3.300 rupias (unos 35 céntimos de euro). Lo mejor es ir por la tarde para ver el atardecer, es cuando la marea esta baja y se puede ver el templo entero y pasear por ahí abajo, si vuestro plan es ir por la mañana lo veréis muy distinto pero seguro que espectacular igual. El plan no salió cómo esperábamos.



A la que salimos, empezamos a buscar a nuestro taxista donde se esperan todos los conductores pero no lo veíamos por ningún lado. Nosotros no nos habíamos fijado ni en el hombre, ni en el número de taxi, y se estaba haciendo de noche. El hombre se fue con lo que le pagamos, que no era el total pero le debió de salir bastante rentable. Recuerdo que pactamos ida y vuelta 300.000 rupias (unos 20 €) y le pagamos 200.000 y el resto a la vuelta. No hubo vuelta. Al menos con él, nos espabilamos y por suerte encontramos un taxista. Durante el trayecto de una hora mas o menos, le contamos lo que nos había pasado y no se lo creía.

Era la primera vez en 5 semanas de viaje que nos pasaba algo así, pero bueno, nuestro cómput general de los tailandeses y los balineses es más que positivo.
Nos quedó por visitar Uluwatu, pero alquilar una moto en Bali era un kaos, así que el resto de días nos los pasamos en la playa, en un centro comercial de Kuta enorme, de tiendas y en la piscina de nuestro hotel. Relax total. Surf, lecturas y poco más.

Llevábamos ya más de un mes de viaje y las ganas de ver a los nuestros, a Teddy y amigos empezaban a ser muy grandes. ¡Hacía un mes que nos habíamos casado y no habíamos comentado nada de nada de la boda con nuestros familiares, justo los 4 whatsapp el dia después!
Pero nuestra vuelta no iba a ser tan sencilla cómo esperábamos… 2 escalas y ale en casa… ¡NO NO NO..!
Un volcán se despertó en la isla de al lado y toda la humareda iba para Bali.. así que los aviones no podían volar.

¡No nos podía estar pasando esto! El último día nos fuimos para el aeropuerto con muchas horas de antelación, porque es lo que recomendaban en las noticias y en los hoteles. Una vez allí, un kaos.. televisiones indonesias, la gente en el suelo, en las pantallas no se entendía nada…

Al final, volamos, con una hora de retraso, llegamos al aeropuerto de Singapur pitando porque perdíamos la conexión a Londres… pero en la puerta del avión… ¡NOS ESPERABAN CON UN CARTELITO Y UN COCHE DE ESOS DEL AEROPUERTO!
Respiramos aliviados, nos llevaron a la puerta del avión y de ahí directos para Londres.
En Londres nos esperarían 4 horas más de escala y después 2 y media de vuelo… la vuelta se nos hizo eterna, pero una vez llegamos a casa y Teddy se puso como se puso, vimos que había merecido la pena.
¡Que amor tan puro!


